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Un estudio sobre el Salmo 23

1- Traducción:

Tomamos en primer lugar la versión Biblia de Jerusalén, Nueva Edición, Totalmente Revisada, 2009: 1 Salmo de David. Yahvé es mi pastor, nada me falta. 2 En verdes pastos me hace reposar. Me conduce a fuentes tranquilas, 3 allí reparo mis fuerzas. Me guía por cañadas seguras haciendo honor a su nombre. 4 Aunque fuese por valle tenebroso, ningún mal temería, pues tú vienes conmigo; tu vara y tu callado me sosiegan. 5 Preparas ante mí una mesa, a la vista de mis enemigos; perfumas mi cabeza, mi copa rebosa. 6 Bondad y amor me acompañarán todos los días de mi vida, y habitaré en la casa de Yahvé un sinfín de días.

Comparamos con los comentarios a los vv. 4 y 6 en la misma versión y cambiamos en atención a que lo dicho es interesante en cuanto a mayor literalidad (menor interpretación en la traducción) y no cambia esencialmente lo expresado: 1 Salmo de David. Yahvé es mi pastor, nada me falta. 2 En verdes pastos me hace reposar. Me conduce a fuentes tranquilas, 3 allí reparo mis fuerzas. Me guía por cañadas seguras haciendo honor a su nombre. 4 Aunque fuese por valle tenebroso, ningún mal temería, cerca de mí; tu vara y tu callado están ahí. 5 Preparas ante mí una mesa, a la vista de mis enemigos; perfumas mi cabeza, mi copa rebosa. 6 Bondad y amor me acompañarán todos los días de mi vida, y volveré a la casa de Yahvé un sinfín de días.

Comparamos con la traducción interlineal hebreo-español de la Biblia Hebraica Stuttgartensia (BHS), Tomo III, Editorial CLIE, Barcelona, 1997, 547-548:[1] 1 Salmo de David. Yahweh (es) mi pastor, nada me faltará. 2 En pastos verdes me hace recostar; junto a aguas tranquilas me conduce. 3 Mi alma él restaura; me guía por veredas de justicia en atención a su nombre. 4 Aún cuando ande yo por valle de sombra de muerte no temeré mal (alguno), porque tú (estás) conmigo; tu vara y tu cayado, ellos me consuelan. 5 Preparas delante de mi mesa en presencia de mis adversarios; has ungido con aceite mi cabeza; mi copa rebosa. 6 De seguro (el) bien y (la) misericordia me seguirán todos (los) días de mi vida y moraré en la casa de Yahweh por la largura de días.

Arreglamos finalmente el texto de la siguiente manera:

1 (Salmo de David).[2] Yahvé es mi pastor, nada me falta.[3] 2 En verdes pastos me hace recostar.[4] Me conduce a fuentes tranquilas, 3 allí reparo mis fuerzas.[5] Me guía por veredas de justicia haciendo honor a su nombre.[6] 4 Aunque fuese por valle de sombra de muerte,[7] ningún mal temería. Cerca de mí, tu vara y tu callado están ahí.[8] 5 Preparas ante mí una mesa, a la vista de mis enemigos; has ungido con aceite perfumado mi cabeza,[9] mi copa rebosa. 6 Bondad y misericordia me acompañarán todos los días de mi vida,[10] y volveré a la casa de Yahvé un sinfín de días.[11]

2 - Estructura[12]

La estructura del salmo se encuentra bajo la tensión de dos imágenes: "pastor" (vv. 1-4) y "anfitrión" (vv. 5-6):

YHWH es "pastor" (vv. 1-4):

A - Palabras acerca de Dios en primera persona (vv. 1-3)

B - Palabras dirigidas a Dios en primera persona (v. 4)

YHWH es "anfitrión" (vv. 5-6):

B' - Palabras dirigidas a Dios en primera persona (v.5)

A' - Palabras acerca de Dios en primera persona (v.6)

El salmo comienza y termina con el nombre de Dios: YHWH, Él es quien conduce como pastor y quien recibe como anfitrión.

3 - Género literario

Víctor Morla Asensio, siguiendo a Gunkel, coloca esto dentro de la categoría de "salmos de súplicas" y más específicamente "súplicas individuales" considerando que contiene expresiones de confianza. [13] De manera similar, Hans Winfried Jüngling, clasifica al salmo como "cántico de confianza".[14] Aunque H. Schmidt ubica el salmo con un motivo de persecución o acusación a un inocente y la "jurisdicción divina en el santuario".[15]

Por tanto, proponemos clasificar el salmo como "salmo de confianza" o "cántico de confianza" en atención a que el salmo está compuesto sobre la base de expresiones de confianza.

4 - Comentario

Como ya expusimos en la estructura el salmo tiene dos grandes imágenes que tensionan el texto: YHWH es pastor (vv. 1-4) y YHWH es anfitrión (vv. 5-6). Es interesante observar que en salmo 22 ya están presentes ambas metáforas: el banquete de los pobres (22, 27) y el Reino de YHWH (22, 29).[16] Así, en el salmo 23, el pastor guía al rebaño trashumante y el anfitrión ofrece una estancia feliz y aquella dramática petición formulada en Sal 22, 20-21 es declarada confiadamente en el salmo 23.[17]

En nuestro salmo Dios aparece como el pastor de una persona, ya que siempre hay palabras en primera persona, pareciera ser una derivación de la metáfora más primordial de "Dios pastor de su pueblo",[18] pero sin dejar de estar conectada con ésta, es decir, es YHWH el pastor que conduce al orante hacia las bellas imágenes que nos ofrece el texto: "verdes pastos", "fuentes tranquilas" (v. 2), y también de modo seguro: por "veredas de justicia" (v. 3), aunque pase por el tenebroso "valle de muerte" no teme ningún mal porque Dios está ahí presente y es representado por sacramentalmente[19] por la vara y el cayado, imágenes pastoriles de la conducción con autoridad.[20]

En la segunda parte del salmo (vv. 5-6) Dios aparece como un anfitrión que prepara una mesa, un banquete a la vista de los enemigos, de los cuales el orante ya está seguro porque se encuentra en la presencia de Dios. En esta recepción el jeque o patrón de la casa realiza un gesto festivo ungiendo al huésped dilecto.[21] Así como le ofrece un banquete le ofrece también una copa rebosante y lo despide pero no irá solo sino que lo acompañará una "guardia corps": bondad y misericordia. Finalmente, el orante declara el fin de toda esta confianza: el retorno, la vuelta a la casa de YHWH, allí desde donde Él es el rey justo y el anfitrión de su pueblo.

Un poco más acerca de los recursos poéticos, decimos que hay dos grandes metáforas: YHWH pastor y YHWH anfitrión hacia las que se subordinan las imágenes menores ya descriptas.[22]Además, como ya dijimos existe una tensión entre las dos grandes metáforas. Luego también son imagenes metafóricas "verdes pastos" y "aguas tranquilas" que remiten al descanso y la paz humanas. Con respecto a la "vara y el cayado" ya nos referimos, específicamente, en la nota 8. Con respecto la "mesa preparada" según Bullinger hay una metonimia del sujeto (en este caso el anfitrión que es quien prepara o hace preparar el banquete).[23]

5 - Mensaje

Considerando los elementos literarios descriptos en el comentario, y la relación entre Dios pastor de su pueblo y pastor de una persona también referida en el comentario, podemos notar que el movimiento tensionante de las dos grandes metáforas: YHWH como pastor y anfitrión nos señalan el siguiente mensaje global del salmo:

1) El movimiento tradicional de Israel en el camino por el desierto guiados por Dios (Éxodo de Egipto y Retorno del Exilio en Babilonia) en vv. 1-4.

2) Hospitalidad de Dios en la Tierra en v. 5

3) Nuevo movimiento a partir del encuentro con Dios (toda la vida del orante) en v.6

En síntesis, la confianza en YHWH es fundamento necesario en la vida de cada israelita así como de Israel y viceversa.

6 - Relación con la literatura sapiencial

El tema de Dios como rey-pastor de su pueblo aparece como signo universal de la permanencia en la conciencia religiosa del pueblo de Dios, Eclo. 18,13: "La misericordia del hombre sólo alcanza a su prójimo; la misericordia del Señor se extiende a todo el mundo. Él reprende adoctrina y enseña, y guía como un pastor a su rebaño." Además, la esperanza mesiánica de Israel estará unida a la esperanza de un buen rey-pastor. Además la imagen de Dios como pastor está en Sal 78,52 y 80,2.

El movimiento tradicional en el desierto descripto en Sabiduría 11, 1-4 contiene imágenes análogas al mensaje global del salmo 23, aquí YHWH es la Sabiduría que guía y auxilia a su pueblo. Asimismo podemos relacionar las "veredas de justicia" con las "sendas rectas" de Pr 4,11.

Por último encontramos analogía entre el Dios anfitrión del salmo 23 con la imagen de Dios como anfitrión de la Tierra prometida en Sal 68,11 y 77,21.

7 - Hermenéutica

La primera parte del salmo (1-4) nos lleva inexorablemente a pensar en Jesucristo como el Buen Pastor prometido a su pueblo (Ez 44), no es un rey-pastor que busca sus egoístas intereses personales sino el Buen Pastor (Juan 10, 11-16) y el Rey manso (Mt 21, 4-5) que se da a sí mismo por todo su pueblo. Jesucristo es pastor y guardián (1 P 2, 25) y el Mayoral de los pastores que premia a los buenos pastores (2 P 5, 1-4).

Asimismo, el banquete y la copa podemos relacionarla con el sacramento de la Eucaristía, así como la unción festiva con el sacramento del Bautismo y/o con el sacramento de la Confirmación. Del mismo modo podemos encontrar otra relación entre el envío del huésped por parte del anfitrión, acompañado por la bondad y la misericordia, con la Santa Misa que termina con el envío, la misión en la vida: Ite, missa est.[24] El Señor es nuestro rey-pastor que nos saciará completamente y nos consolará para siempre (Ap. 7, 16-17).

8 - Bibliografía

· Biblia de Jerusalén. Nueva Edición totalmente revisada, Bilbao, Desclée de Brouwer, 2009.

· Biblia del Peregrino. Edición de Estudio. Tomo II, Bilbao, Verbo Divino, 2005.

· Antiguo Testamento Interlineal Hebreo-Español. Tomo III, Barcelona, CLIE, 1997.

· Víctor Morla Asencio, Libros sapienciales y otros escritos, Navarra, Verbo Divino, 1994, 334-335.

· Hans Winfried Jüngling en Comentario Bíblico Internacional, Navarra, Verbo Divino, 2005, 715. 731-732.

· María Verónica Talamé, Aclamen al Señor con Alegría, Buenos Aires, Paulinas, 2007, 179. 258.

· Luis Alonso Schökel, Manual de Poética Hebrea, Madrid, Ed. Cristiandad, 1987, 140.

· Ethelbert W. Bullinger, Diccionario de Figuras de Dicción. Barcelona, CLIE, 1985, 494.

· Matthieu Collin, El libro de los Salmos, CB 92, Navarra, Verbo Divino, 1997, 44-46.

· Benedicto XVI, Exhortación Apostólica Sacramentum Caritatis, 51

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